La no noche (binomio mágico: Lago - Luna)

Cuentan que una vez, existió una tierra en la que los cuerpos celestes contaban con vida propia, y tenían la capacidad de bajar al mundo y convivir con los humanos, pero solo con una condición: tomar forma personificada de mujer y por un tiempo determinado.

Las Estrellas, hasta super poblaban países cuando bajaban de a muchedumbre, y tenían el poder de hacer sonreír a cualquiera que se les cruzara, porque contaban con una sonrisa muy brillante y contagiosa; el Sol, era muy evidente darse cuenta en donde se encontraba cuando tomaba forma humana, ya que siempre estaba vestida de colores fuertes, colores que hasta casi generaban la sensación de que podían llegar a quemarte. Pero había alguien que se destacaba entre todas, la Luna: aquella tierna mujer joven de belleza incomparable, sin importar desde donde se la mirara, de tez clara y pelo platinado, y de mirada vacía e indiferente casi triste. Ella deambulaba todo el tiempo entre la gente y cuando llegaba su horario emprendía su viaje al cielo. Para eso, ésta subía por un acantilado ubicado a la vera de una laguna y en un mágico movimiento, se ubicaba perfecta y brillante en medio del cielo nocturno. Pero un día, en su recorrido habitual se dio cuenta de que un chico se encontraba al pie de este precipicio, observándola fascinado. Pero a ella le dio vergüenza saber el porqué de que la miraba. Y así pasaron semanas

Hasta que una noche, la curiosidad pudo más. Entonces ella decidió acercarse al chico y preguntarle... Su charla duró mucho tiempo, tanto que amaneció. Esa noche, no fue noche.

Luna: -Veo que me has mirado durante muchas noches… Porque?

Hombre: -No lo se. Tenes algo único, que hace que me quede perplejo mirándote. Ese fugaz recorrido hacia el cielo, es un movimiento hipnótico...

Luna: -No es algo que no hayas visto. Todos los seres del cielo lo hacemos

Hombre: -Pero con vos es diferente, al menos en mi caso. Te he estado observando desde muy chico, y siempre me has cautivado. Tu imagen un tanto sombría, pero compensada con la belleza de tu brillo. Llamando siempre al pensamiento y a la reflexión.

Luna: -Nunca me ha pasado. Me siento en tanto tímida y en tanto halagada.

Hombre: -Y no es para menos. Esas sensaciones son las mismas que debe inspirar en otros, o a mí al menos.

Hombre: -Me arriesgaría a decirte que me provoca cierto enamoramiento.

Luna: ...

Luna: -Que ilógico. Estás enamorado de un ser que no tiene vida

Hombre: -Pero es el único amor que podría durar para siempre, o al menos mientras pueda verte.